CommScope reflexiona sobre los Edificios Inteligentes o “Edificios conectados y eficientes” con temas como el Internet de las Cosas (IoT), la movilidad corporativa y el impacto de las tecnologías en la infraestructura de red

Con el auge creciente del Internet de las cosas (IoT), la demanda por infraestructuras que soporten correctamente un mercado de conocimiento tecnológico en aumento, y satisfagan las necesidades de conexión en el mundo, han hecho que se piense cada vez más en Edificios Inteligentes que permitan a las personas mantenerse eficientemente conectadas. Sin embargo, esta necesidad cada vez mayor ha significado que la labor de la infraestructura a nivel físico sea cada vez más exigida, pero también más importante.

Para que un edificio sea considerado dentro de la categoría de ‘Edificios Inteligentes’ debe cumplir con las dos características esenciales en su infraestructura: ser eficiente y estar permanentemente conectado. No obstante, el rápido avance tecnológico, así como las demandas cada día más grandes por el uso de más dispositivos y el requerimiento de velocidades mayores, han hecho que muchas veces la infraestructura con la que se cuenta no sea la indicada para soportar todos los procesos y requerimientos que se necesita; por ello resulta primordial entender mejor cómo el IoT ha venido a impactar en las infraestructuras de estos edificios.

“A los usuarios les importa cada vez menos la tecnología que usan para conectarse, sólo necesitan estar conectados. La expectativa que tienen las personas de poder estar conectadas siempre dentro de un edificio, considerando que no solamente llevan un dispositivo, sino varios dispositivos personales y de trabajo, además de los que el mismo edificio requiere, involucra otro tipo de desafíos en razón de infraestructura ya que se necesita de una conexión estable e ininterrumpida a red WI-FI o a redes celulares como 2G, 3G, 4GLTE, y además cumplir con las demandas energéticas de dichos dispositivos, todo de la manera más eficiente posible”, afirmó Juan Pablo Compagnucci, Solution Architect para Intelligent Buildings en CommScope.

A medida que el IoT avanza, el papel de la infraestructura se vuelve más importante, ahora las tecnologías como la alimentación a través de Ethernet (PoE) y HDBaseT están expandiendo el universo de dispositivos que se pueden conectar y funcionar utilizando la infraestructura de red. Además, Ethernet de 2,5G/5G/10G está incrementando la velocidad de datos del creciente uso de las redes inalámbricas, por lo que el desafío no es solo en la cantidad de dispositivos conectados, sino en la eficiencia de su velocidad de conectividad. Lo que antes era conectar teléfonos, PC’s y sistemas de automatización de edificios, ahora también implica conectar y encender las pantallas digitales, cámaras de seguridad, paneles de control de acceso, iluminación LED, sensores, en la consolidación de los sistemas celulares, puntos de acceso Wi-Fi, balizas Bluetooth y RFID lectores, entre otros.

“Pese a toda la innovación y el desarrollo constante de la tecnología, lograr las mejoras en la infraestructura de los Edificios Inteligentes no ha sido tarea sencilla. Históricamente se lograba pero a un costo muy alto, con implementaciones complejas y en muchos casos poco eficientes; sin embargo, con el desarrollo del IoT la infraestructura de red ha tenido que adaptarse drásticamente, cada vez más rápido y de mejor forma para satisfacer lo que se requiere de ella”, afirmó Juan Pablo Compagnucci.

Desde el año 2003 comenzó a crecer una tendencia de aumentar la velocidad compartida de los access point a través de las nuevas tecnologías, esto con la finalidad de incrementar la velocidad de transmisión en cada uno de los dispositivos tanto en edificios como en los hogares. Esto hizo que se acelerara el lanzamiento de nuevos estándares, como el 802.11ac que fue dividido en Wave 1, que permitía velocidades de hasta 1 Gb/s, y recientemente en Wave 2, con velocidades de hasta 6.9 Gb/s; pero no sólo eso, sino que desde el punto de vista de la infraestructura de red esto implica estar preparados a futuro, porque se debe de tener en cuenta los nuevos estándares y tecnologías que llegarán.

“Para el año 2020 se estima que habrá más de 20 mil millones de dispositivos interconectados, no sólo celulares y computadoras, sino también autos, infinidad de sensores, electrodomésticos, pantallas inteligentes, cámaras de seguridad, puntos de acceso de Wi-FI y demás objetos que se añadirán al universo de dispositivos que pueden estar conectados a una infraestructura de redes en el IoT. En consecuencia, los Edificios Inteligentes deben contar con un cableado estructurado que cumpla con los requerimientos energéticos y de ancho de banda para asegurar su funcionamiento y eficiencia, como lo puede ser el cableado de Categoría 6A y la fibra óptica”, finalizó finalizó el Solution Architect para Intelligent Buildings para CALA de CommScope.