La colaboración editorial de RedHat “¿Está lista su empresa para capitalizar el Internet de las Cosas o está esperando a que madure?” trata sobre la adopción empresarial de la IoT, que parece estar muy por detrás de lo que ocurre en el mercado de consumo

  

¿Está lista su empresa para capitalizar el Internet de las Cosas o está esperando a que madure?

 Por Olivia Salas*

Para cuando termine el presente año, Gartner prevé que el gasto en servicios de Internet de las Cosas (IoT) llegue a los $235 mil millones de dólares, y que más de la mitad de los nuevos procesos de negocio y sistemas incorporen algún elemento del IoT para el año 2020.

Por otro lado, Forrester revela en su reporte TechRadar que 23% de las empresas ya utilizan el IoT, en tanto que 29% planean hacerlo en los próximos 12 meses. Aquellas que ya aprovechan el IoT lo utilizan para transformar sus modelos de negocio, optimizar la utilización de activos físicos y financieros, y crear nuevas formas de relacionarse con sus clientes.

Si bien se escucha con insistencia sobre la aplicación del Internet de las Cosas a los objetos que la gente utiliza todos los días – como controlar a distancia el termostato o las luces de casa –, para las empresas el IoT representa nuevas oportunidades para conectarse con sus clientes y socios, así como reunir, almacenar y analizar grandes volúmenes de datos.

Así, los sensores que se están integrando a las máquinas, contenedores, trenes, plantas de producción y puntos de venta, por mencionar algunos escenarios, están generando la información para crear soluciones y aplicaciones para áreas específicas como logística, redes inteligentes, servicios públicos, transportación, manufactura y retail.

Y es aquí donde los datos son los que están sumando valor real al IoT, y potenciando a las aplicaciones que los aprovechan. Así, estas nuevas aplicaciones y modelos de negocio se derivan de la inteligencia que se obtiene de dichos datos, y se convierten en el pasaporte hacia la transformación digital.

 

Consumo vs. empresarial

Los casos de uso de IoT de consumo se crearon sobre una arquitectura en la que el dispositivo se conecta directamente a un servicio de nube o en el centro de datos. De este modo, el dispositivo transmite la información a un centro de datos donde ocurre el análisis y, si se requiere una acción, ésta se comunica al dispositivo. Este modelo funciona gracias a la disponibilidad del ancho de banda y a que no hay que tomar decisiones de inmediato.

Para una aplicación de consumo, el ancho de banda no tiene un impacto importante en su desempeño. En cambio, en un entorno empresarial cada byte cuenta. De hecho, reducir un solo byte de un mensaje puede ahorrarle a la empresa millones de dólares en costos de transmisión en los casos de uso del IoT industriales. Por lo tanto, se ha vuelto crucial para las arquitecturas de IoT considerar el ancho de banda en sus diseños.

Asimismo, en un entorno empresarial de misión crítica, las decisiones se miden en fracciones de segundo. Por ejemplo, si el sensor de bajo voltaje de una red eléctrica esperara tres minutos para liberar capacidad adicional cuando el voltaje comienza a disminuir, todas las redes podrían colapsar y perderse miles de millones de dólares en equipo.

 

Se antepone la cautela

Como se ha expuesto anteriormente, el potencial y los beneficios del IoT para las empresas son innegables. No obstante, los cambios no se dan tan rápidamente como se pudiera esperar pues el ciclo de vida de la información es más complejo y el impacto del IoT podría detonar cambios significativos. Al igual que con cualquier decisión que tiene que hacerse respecto a la adopción de cualquier tecnología importante, las empresas están siendo cautas respecto a la implementación de las soluciones de IoT.

Una encuesta reciente realizada por Red Hat, en la cual se entrevistó a los encargados de tomar decisiones de TI y profesionales de diversas organizaciones – desde compañías Fortune 500 hasta gobiernos estatales y locales –, confirma esta tendencia. Ejecutado por TechValidate, este sondeo reveló que sólo 12 por ciento de los participantes están actualmente en el proceso de implementar una solución del IoT. Lejos de ser algo negativo, esto refleja la adopción típica de las nuevas tecnologías en las empresas, particularmente en las grandes, donde es una decisión que toma más tiempo que en las pequeñas organizaciones o en el mundo del consumo.

Algunas veces este plazo puede acelerarse con la tecnología adecuada, pues los encargados de tomar decisiones de TI y los compradores con frecuencia ponen en espera a los proyectos hasta que estén seguros de que un producto dado satisfará sus necesidades, tanto en el corto plazo como en el futuro; y el Internet de las Cosas no es la excepción.

Sin embargo, esto no significa que no haya interés en IoT a nivel empresarial pues 43% de los encuestados creen que el IoT es importante para su negocio, y 46% están actualmente trabajando con IoT de cierta manera, ya sea explorando/evaluando tecnologías, o realizando experimentos y creando prototipos. Incluso, algunas áreas están viendo el valor que el IoT podría aportarles, particularmente en lo que se refiere al mejoramiento de sus operaciones (65% de los encuestados) y a la optimización de los procesos (51%).

¿Cuáles son los detonadores tecnológicos detrás del IoT? La mayoría de los encuestados citaron al código abierto: 86 por ciento señaló que éste jugaría un papel clave en sus proyectos de IoT, lo que está en línea con el hecho de que el open source ha sido un catalizador de la innovación empresarial, desde el cómputo en la nube hasta los contenedores.

Si bien esta encuesta muestra que el IoT empresarial está detrás del mundo de consumo, es importante destacar que esto no se debe a una falta de interés o de no entender los beneficios del IoT. Por el contrario, es otro síntoma de que las empresas están siendo cuidadosas con las decisiones de compra de tecnología, así como de encontrar el momento idóneo para tomarlas.

Olivia Salas es Directora de Marketing de Red Hat México.