El dilema a la hora de elegir contraseñas: los usuarios arriesgan su seguridad con contraseñas sencillas para tener una vida en línea más fácil

 

Hoy en día, accedemos a nuestras cuentas en línea, ya sea para transferir dinero entre cuentas bancarias, o simplemente para hacer algunas compras, verificar el clima o reservar un taxi para salir de noche. ¿Pero qué pasaría si de repente usted no puede iniciar sesión en la cuenta que necesita cuando lo requiere? ¿Qué pasa si recibe el temido mensaje de «error en contraseña»? ¿Se quedará sin llegar a casa a tiempo o saldrá sin abrigo bajo la lluvia? Dado que la realidad a veces es mucho más grave que eso, una investigación de Kaspersky Lab ha revelado el dilema que enfrentan las personas cuando protegen sus cuentas en línea.

Con una creciente dependencia de las cuentas en línea para sortear nuestra vida cotidiana, Kaspersky Lab ha descubierto que las personas se enfrentan cada vez más a este dilema: cómo escoger sus contraseñas. Algunas terminan usando contraseñas fuertes y diferentes para que nada pueda ser hackeado o explotado, pero se arriesgan a olvidarlas en el proceso. Otras escogen contraseñas sencillas, fáciles de recordar, para no complicarse, pero las ponen en manos de los ciberdelincuentes.

 

Primera opción: contraseñas fuertes que son difíciles de recordar

Según una investigación de Kaspersky Lab, muchos consumidores entienden la necesidad de tener contraseñas seguras para sus cuentas. Cuando se les preguntó cuáles eran las tres cuentas en línea que requerían las contraseñas más sólidas, 63% de los consumidores seleccionó las cuentas bancarias en línea; 42% seleccionó las aplicaciones de pago, incluidas las billeteras electrónicas, y 41% las compras en línea.

Sin embargo, la dificultad de recordar todas estas contraseñas seguras significa que es probable que las personas las olviden y sigan sin poder acceder a sus cuentas. Dos de cada cinco personas (38%) no pueden restaurar rápidamente las contraseñas de sus cuentas personales en línea después de perderlas. Esto puede generar sensaciones de frustración o estrés si no pueden llevar a cabo sus actividades normales.

Cuando se trata del almacenamiento de contraseñas, la mitad (51%) almacena las contraseñas de forma insegura, y una cuarta parte (23%) las escribe en una libreta para no tener que recordarlas, lo que también pone en riesgo su seguridad.

 

Segunda opción: contraseñas débiles que son fáciles de descifrar

Como una respuesta alternativa al dilema de las contraseñas, y para evitar la frustración de tener que recordar las contraseñas largas, algunas personas están desarrollando otros hábitos de contraseña inseguros. Por ejemplo, 10% utiliza solo una contraseña para todas las cuentas, lo que les permite vivir sus vidas en línea sin problemas, ya que no tienen que esforzarse por recordar cómo iniciar sesión. Por supuesto, no hay problemas hasta que un ciberdelincuente se apodere de esa contraseña única y desbloquee todo para tomar ventaja.

De hecho, 17% de los consumidores encuestados por Kaspersky Lab ha enfrentado la amenaza, o han tenido una cuenta en línea hackeada en los últimos 12 meses. Los correos electrónicos son las cuentas más atacadas (41%), seguidas de cerca por las redes sociales (37%), cuentas bancarias (18%) y cuentas de tiendas en línea (18%).

 

Tercera opción: enfrentar el dilema

Según Kaspersky Lab, los consumidores no tienen que limitarse a solo dos opciones para responder a sus dilemas de contraseñas. En realidad, no es necesario hacer sacrificios, como lo explica Andrei Mochola, Director, Consumer Business, en Kaspersky Lab: «Si las personas tienen contraseñas seguras que puedan recordar, no solo podrán acceder a todo lo que necesiten, cuando lo requieran, sino que la información contenida en sus cuentas también estará a salvo de los hackers informáticos. Esto es importante para los consumidores que solo quieren seguir con su vida cotidiana en condiciones de seguridad, para poder, por ejemplo, encontrar la información de contacto de alguien, recordar un lugar de reunión específico, ganar la guerra en su juego favorito, verificar sus correos electrónicos, o pedir algo que necesitan cuando lo desean, sin revelar su información a ningún hacker o delincuente”.

«Pero recordar las contraseñas seguras es difícil, lo que significa que los usuarios enfrentan el dilema de las contraseñas todos los días, y a menudo olvidan contraseñas seguras o terminan creando contraseñas que son fáciles de recordar, pero también fáciles de hackear. Sin embargo, hay una tercera opción que puede brindar tranquilidad a los consumidores: usar una solución de administración de contraseñas permite a las personas tener contraseñas seguras, sin tener que escribirlas en cuadernos o recordar complicadas cadenas de palabras con caracteres especiales”.

Para ayudar a los consumidores a recuperar el control sobre sus crecientes identidades en línea, Kaspersky Password Manager almacena todas las contraseñas de los usuarios en una bóveda segura. Solo necesitan recordar una contraseña maestra para acceder a todas sus cuentas, eliminando así la sensación de pánico que se experimenta cuando se impide el acceso por cualquier motivo. A través de una cuenta gratuita en My Kaspersky, los usuarios pueden acceder a sus contraseñas desde cualquier dispositivo, sin importar dónde estén o qué hora sea, lo que les ayuda a mantener las cuentas y su valiosa información seguras, y solo disponibles para el usuario. La función para generar contraseñas en automático también ayuda a crear contraseñas seguras, eliminando el fastidio para los usuarios y dándoles a los hackers informáticos un gran dolor de cabeza.